Café & Tapas, Sevilla
Todo muy nuevo, muy bonito, pero se come poco, mal y caro. Y del servicio mejor no hablar.
Café y Tapas está situado en la céntrica calle Albareda, haciendo esquina con la calle Velázquez. Es un local nuevo, bastante espacioso, con una amplia zona de veladores.
Cuando fui, estaba el local casi lleno. Lo primero que me llamó la atención es lo que tardaron en atender la mesa. También tardaron muchísimo en traer las tapas. Y la verdad es que no me extraña, porque se ve claramente que el servicio no es profesional, y si lo es, es totalmente inexperto.
Café y Tapas es el típico local con diseño moderno y comida minimalista, donde están más preocupados por el diseño que por lo práctico. Por ejemplo, la tapa de pincho moruno la ofrecen en una especie de cuenquito de porcelana supermoderno, pero totalmente inútil, porque resulta casi imposible utilizar los cubiertos en él. Si lo ofrecieran en un plato normal y corriente, no habría ese problema. Ellos quizás pensarán que un pinchito no es para utilizar cuchillo y tenedor, pero hay quien prefiere hacerlo. A todo esto, el pincho moruno, en realidad, era medio pincho moruno, por su escasísimo tamaño. Para rematar la faena, encima no estaba ni bien hecho, estando por fuera más bien quemado y por dentro crudo. Y el “medio pincho” sólo costaba 3’20 €. Una auténtica barbaridad.
La segunda tapa era de salmorejo (2 €). También fue servida en un recipiente moderno, porque no se trataba del típico plato bajo de cerámica, sino que era de cristal y rectangular. El salmorejo estaba bien. Lo que no estaba tan bien era el supuesto jamón que estaba en él. Y digo supuesto, porque las microvirutas de jamón estaban como cristalizadas, crujientes, pareciéndose más a unas patatas fritas que al jamón.
Como ya tuvimos suficiente, nos largamos, con la idea de no volver más. Al darnos la cuenta, la última sorpresa que nos llevamos es que la caña de cerveza –lo más normalita del mundo— costaba 1’80 €.
Lo dicho, para no volver más.
Tlfno: No lo sé. Y creo que lo mejor es no saberlo.
Café y Tapas está situado en la céntrica calle Albareda, haciendo esquina con la calle Velázquez. Es un local nuevo, bastante espacioso, con una amplia zona de veladores.
Cuando fui, estaba el local casi lleno. Lo primero que me llamó la atención es lo que tardaron en atender la mesa. También tardaron muchísimo en traer las tapas. Y la verdad es que no me extraña, porque se ve claramente que el servicio no es profesional, y si lo es, es totalmente inexperto.
Café y Tapas es el típico local con diseño moderno y comida minimalista, donde están más preocupados por el diseño que por lo práctico. Por ejemplo, la tapa de pincho moruno la ofrecen en una especie de cuenquito de porcelana supermoderno, pero totalmente inútil, porque resulta casi imposible utilizar los cubiertos en él. Si lo ofrecieran en un plato normal y corriente, no habría ese problema. Ellos quizás pensarán que un pinchito no es para utilizar cuchillo y tenedor, pero hay quien prefiere hacerlo. A todo esto, el pincho moruno, en realidad, era medio pincho moruno, por su escasísimo tamaño. Para rematar la faena, encima no estaba ni bien hecho, estando por fuera más bien quemado y por dentro crudo. Y el “medio pincho” sólo costaba 3’20 €. Una auténtica barbaridad.
La segunda tapa era de salmorejo (2 €). También fue servida en un recipiente moderno, porque no se trataba del típico plato bajo de cerámica, sino que era de cristal y rectangular. El salmorejo estaba bien. Lo que no estaba tan bien era el supuesto jamón que estaba en él. Y digo supuesto, porque las microvirutas de jamón estaban como cristalizadas, crujientes, pareciéndose más a unas patatas fritas que al jamón.
Como ya tuvimos suficiente, nos largamos, con la idea de no volver más. Al darnos la cuenta, la última sorpresa que nos llevamos es que la caña de cerveza –lo más normalita del mundo— costaba 1’80 €.
Lo dicho, para no volver más.
Tlfno: No lo sé. Y creo que lo mejor es no saberlo.
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