Horno de Gregorio, Santiponce, Sevilla
Carta pobre, mal servicio y caro.
El Horno de Gregorio es un local situado en la Avda. de Extremadura, 69, que es la avenida principal de Santiponce, por donde se llega a las ruinas de Itálica y El Ventorrilo Canario. Lo primero que encontramos al entrar en el Horno de Gregorio es una barra que da lugar a un gran salón, repleto de mesas dispuestas en hileras y con separaciones, cada dos filas, por medio de celosías.
Hasta aquí, todo bien. El problema llega cuando se le pide la carta, puesto que el Horno de Gregorio es uno de esos sitios donde no te dan carta, sino que el camarero suelta una retahíla de platos. O al menos no tenían carta ni para mí, ni para la mayoría de la gente, porque más tarde me di cuenta de que en una mesa sí dieron carta.
Otro problema es que la carta es muy limitada. De hecho, prácticamente sólo tienen carnes, ensalada, chacinas y gambas. Bastante pobre, comparado con otros restaurantes cercanos de la zona.
En cuanto a la comida, no es nada del otro mundo. De entrante, pedí ensalada (1'40 € por persona) y una ración de gambas blancas (13'08 €). Aparentemente, las gambas tenían buena pinta, pero después comprobé que sólo se quedaba en eso, en el aspecto, ya que no eran tan sabrosas ni tan frescas como cabría esperar. Verdaderamente decepcionantes.
La casa supuestamente ofreció un plato de aceitunas verdes (algunas de ellas gordales) y un plato de patatas arrugadas. Digo "supuestamente" porque las cobran. Y muy bien cobradas, por cierto; sobre todo, las patatas arrugadas. Las aceitunas salieron por 1'87 € y las patatas arrugadas por 3'74 €. Total, más de 5 € en regalos que no fueron tales. Por supuesto, en el Horno de Gregorio también cobran el pan (0'47 € por persona).
En cuanto al plato principal, me decanté por la pluma ibérica (11,21 €), acompañada de una copa de vino de la casa (2'34 €).
Lo mejor, o más bien lo único bueno, sin duda, fueron los postres. Tampoco es que hubiera mucha variedad de postres caseros, pero sí es cierto que los que había eran muy buenos, como el tocino de cielo y, especialmente, las natillas caseras. Ambos postres a 3'74 €.
Quise tomar un café, pero, sorprendentemente, el camarero me dijo que no tenían. Ahora bien, ¿qué clase de restaurante puede permitirse el lujo de no tener café? Me resultó sorprendente. De hecho, no me había pasado nunca. Y es que considero que cualquier restaurante medio serio debe tener café. Incluso cualquier tasca de mala muerte lo tiene.
Lamentablemente, las sorpresas no acabaron aquí. No bastó con pedir la cuenta, sino que lo tuve que pedir dos veces más. Y ya harto, después de más de media hora esperando, opté por pasar del camarero e ir directamente a la caja que hay a la entrada.
Por tanto, tengo clarísimo que no volveré al Horno de Gregorio. A pocos metros hay dos locales que están a años luz, en cuanto a la relación calidad-precio, como son El Ventorrillo Canario y La Caseta de Antonio. Fui al Horno de Gregorio por probar un nuevo restaurante, y ya lo he probado bastante.
Tlfno.: 955997405
El Horno de Gregorio es un local situado en la Avda. de Extremadura, 69, que es la avenida principal de Santiponce, por donde se llega a las ruinas de Itálica y El Ventorrilo Canario. Lo primero que encontramos al entrar en el Horno de Gregorio es una barra que da lugar a un gran salón, repleto de mesas dispuestas en hileras y con separaciones, cada dos filas, por medio de celosías.
Hasta aquí, todo bien. El problema llega cuando se le pide la carta, puesto que el Horno de Gregorio es uno de esos sitios donde no te dan carta, sino que el camarero suelta una retahíla de platos. O al menos no tenían carta ni para mí, ni para la mayoría de la gente, porque más tarde me di cuenta de que en una mesa sí dieron carta.
Otro problema es que la carta es muy limitada. De hecho, prácticamente sólo tienen carnes, ensalada, chacinas y gambas. Bastante pobre, comparado con otros restaurantes cercanos de la zona.
En cuanto a la comida, no es nada del otro mundo. De entrante, pedí ensalada (1'40 € por persona) y una ración de gambas blancas (13'08 €). Aparentemente, las gambas tenían buena pinta, pero después comprobé que sólo se quedaba en eso, en el aspecto, ya que no eran tan sabrosas ni tan frescas como cabría esperar. Verdaderamente decepcionantes.
La casa supuestamente ofreció un plato de aceitunas verdes (algunas de ellas gordales) y un plato de patatas arrugadas. Digo "supuestamente" porque las cobran. Y muy bien cobradas, por cierto; sobre todo, las patatas arrugadas. Las aceitunas salieron por 1'87 € y las patatas arrugadas por 3'74 €. Total, más de 5 € en regalos que no fueron tales. Por supuesto, en el Horno de Gregorio también cobran el pan (0'47 € por persona).
En cuanto al plato principal, me decanté por la pluma ibérica (11,21 €), acompañada de una copa de vino de la casa (2'34 €).
Lo mejor, o más bien lo único bueno, sin duda, fueron los postres. Tampoco es que hubiera mucha variedad de postres caseros, pero sí es cierto que los que había eran muy buenos, como el tocino de cielo y, especialmente, las natillas caseras. Ambos postres a 3'74 €.
Quise tomar un café, pero, sorprendentemente, el camarero me dijo que no tenían. Ahora bien, ¿qué clase de restaurante puede permitirse el lujo de no tener café? Me resultó sorprendente. De hecho, no me había pasado nunca. Y es que considero que cualquier restaurante medio serio debe tener café. Incluso cualquier tasca de mala muerte lo tiene.
Lamentablemente, las sorpresas no acabaron aquí. No bastó con pedir la cuenta, sino que lo tuve que pedir dos veces más. Y ya harto, después de más de media hora esperando, opté por pasar del camarero e ir directamente a la caja que hay a la entrada.
Por tanto, tengo clarísimo que no volveré al Horno de Gregorio. A pocos metros hay dos locales que están a años luz, en cuanto a la relación calidad-precio, como son El Ventorrillo Canario y La Caseta de Antonio. Fui al Horno de Gregorio por probar un nuevo restaurante, y ya lo he probado bastante.
Tlfno.: 955997405
posted by Alberto | 12:13 p. m.
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