Restaurante El Mirador de Doñana, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
Bajo de Guía nunca decepciona.
Si tenemos la suerte de visitar Sanlúcar, es casi obligado ir a la zona de Bajo de Guía, donde se puede degustar el pescado fresquísimo, en un ambiente agradable y con vistas a Doñana, de ahí el nombre del local.
El Mirador es muy amplio. Al entrar hay una barra a la izquierda y un amplio salón. En la planta de arriba hay otro gran salón, con magníficas vistas al mar.
La decoración es marinera, las mesas son amplias y están perfectamente atendidas por el servicio, expertos profesionales.
Al ser Sanlúcar una localidad costera, recomiendo pescados. Es más, la carta es pobre en carnes, pero eso no desmerece en absoluto cuando comprobamos la calidad y frescura tanto del marisco como de los pescados. Es obligado, por tanto, encargar unas gambas (23 € el cuarto de kilo). En cuanto a los pescados, magníficos la corvina a la marinera, mero a la plancha o la dorada. Todo ello puede ir acompañado de un vino blanco: Castillo de San Diego, de Barbadillo (1,50 la copa).
En cuanto a los postres, son todos caseros y excelentes. Destaco en particular el tocino de cielo y el flan de caramelo.
Lo único malo del restaurante es la práctica habitual, pero ilegal, de cobrar el pan (0’60 por persona).
El Mirador de Doñana no es un restaurante barato, pero la calidad y el servicio son máximas, por lo que tampoco se puede considerar caro, sino más bien como “precio justo”. Pruebas de calidad son, sin duda, los premios recibidos, entre ellos el Trofeo Internacional de Turismo y Hostelería y la Corona de Oro a la Gastronomía, otorgada por el BID, Business Initiative Directions.
Si se va temprano, sobre las dos de la tarde, no es necesario reservar mesa. El teléfono para reservas es el 956364205.
Si tenemos la suerte de visitar Sanlúcar, es casi obligado ir a la zona de Bajo de Guía, donde se puede degustar el pescado fresquísimo, en un ambiente agradable y con vistas a Doñana, de ahí el nombre del local.
El Mirador es muy amplio. Al entrar hay una barra a la izquierda y un amplio salón. En la planta de arriba hay otro gran salón, con magníficas vistas al mar.
La decoración es marinera, las mesas son amplias y están perfectamente atendidas por el servicio, expertos profesionales.
Al ser Sanlúcar una localidad costera, recomiendo pescados. Es más, la carta es pobre en carnes, pero eso no desmerece en absoluto cuando comprobamos la calidad y frescura tanto del marisco como de los pescados. Es obligado, por tanto, encargar unas gambas (23 € el cuarto de kilo). En cuanto a los pescados, magníficos la corvina a la marinera, mero a la plancha o la dorada. Todo ello puede ir acompañado de un vino blanco: Castillo de San Diego, de Barbadillo (1,50 la copa).
En cuanto a los postres, son todos caseros y excelentes. Destaco en particular el tocino de cielo y el flan de caramelo.
Lo único malo del restaurante es la práctica habitual, pero ilegal, de cobrar el pan (0’60 por persona).
El Mirador de Doñana no es un restaurante barato, pero la calidad y el servicio son máximas, por lo que tampoco se puede considerar caro, sino más bien como “precio justo”. Pruebas de calidad son, sin duda, los premios recibidos, entre ellos el Trofeo Internacional de Turismo y Hostelería y la Corona de Oro a la Gastronomía, otorgada por el BID, Business Initiative Directions.
Si se va temprano, sobre las dos de la tarde, no es necesario reservar mesa. El teléfono para reservas es el 956364205.