Bodeguita La Alacena, Constantina, Sevilla
Buenas tapas. Sitio ideal para comer setas
La Bodeguita La Alacena está situada en el centro del pueblo, en una placita al principio de la calle Mesones. Los lugareños conocen a este bar como “El Parra”, que es el apellido del propietario. Es un local bastante pequeño, donde sólo caben, aparte de la barra, cuatro mesas, que además están bastante apretadas. Fuera también tiene otras cuatro mesas.
En La Bodeguita La Alacena sólo sirven tapas o raciones. No hay término medio. Las tapas cuestan 1,80 o 2 euros. Elegí el tapeo, porque además las tapas están bien despachadas. Elegí esta bodega porque iba buscando principalmente setas. Aquí pude probar dos tipos: Seta de álamo y Faisán de Jara. Me gustaron las dos, pero más la primera, de la que incluso repetí. Es un poco picante, pues le añaden algo de guindilla y pimienta molida.
El término “faisán” puede llevar a engaño, porque la mayoría de la gente piensa en el ave. Pero en realidad es una palabra que se utiliza en Córdoba y Sevilla para llamar a algunas setas (boletus). Además, en los bares puede verse el cartel de “Hay setas y faisanes”, lo que lleva a confusión.
Entre las tapas de La Alacena también destaca el “Lagartito frito”. Yo no me atreví. Es una tapa que sólo está al alcance de los estómagos más entrenados. Preferí en su lugar el pinchito de pollo y el jamón serrano.
En cuanto al vino, elegí un Rioja crianza llamado Azabache, que me pareció normalito.
En la bodeguita La Alacena no gastan mucho en tecnología, pues ni siquiera te dan la cuenta, sino que el camarero hace la típica suma en un papel y te lo dice de palabra. No es el método más adecuado, pero de todas maneras no me resultó caro. Siete tapas y tres copas de vino no llegaron a 20 €.
De postre no pedí nada, pues preferí ir a la Plaza de la Carretería, donde está el convento de las Jerónimas. Allí tienen gran variedad de dulces. No son baratos, pero todos son caseros y muy buenos.
La Bodeguita La Alacena está situada en el centro del pueblo, en una placita al principio de la calle Mesones. Los lugareños conocen a este bar como “El Parra”, que es el apellido del propietario. Es un local bastante pequeño, donde sólo caben, aparte de la barra, cuatro mesas, que además están bastante apretadas. Fuera también tiene otras cuatro mesas.
En La Bodeguita La Alacena sólo sirven tapas o raciones. No hay término medio. Las tapas cuestan 1,80 o 2 euros. Elegí el tapeo, porque además las tapas están bien despachadas. Elegí esta bodega porque iba buscando principalmente setas. Aquí pude probar dos tipos: Seta de álamo y Faisán de Jara. Me gustaron las dos, pero más la primera, de la que incluso repetí. Es un poco picante, pues le añaden algo de guindilla y pimienta molida.
El término “faisán” puede llevar a engaño, porque la mayoría de la gente piensa en el ave. Pero en realidad es una palabra que se utiliza en Córdoba y Sevilla para llamar a algunas setas (boletus). Además, en los bares puede verse el cartel de “Hay setas y faisanes”, lo que lleva a confusión.
Entre las tapas de La Alacena también destaca el “Lagartito frito”. Yo no me atreví. Es una tapa que sólo está al alcance de los estómagos más entrenados. Preferí en su lugar el pinchito de pollo y el jamón serrano.
En cuanto al vino, elegí un Rioja crianza llamado Azabache, que me pareció normalito.
En la bodeguita La Alacena no gastan mucho en tecnología, pues ni siquiera te dan la cuenta, sino que el camarero hace la típica suma en un papel y te lo dice de palabra. No es el método más adecuado, pero de todas maneras no me resultó caro. Siete tapas y tres copas de vino no llegaron a 20 €.
De postre no pedí nada, pues preferí ir a la Plaza de la Carretería, donde está el convento de las Jerónimas. Allí tienen gran variedad de dulces. No son baratos, pero todos son caseros y muy buenos.